La sostenibilidad se ha convertido en una preocupación global y cada vez más organismos públicos están reconociendo la importancia de incorporar prácticas sostenibles en sus operaciones logísticas.
Además, la logística pública sostenible fomenta la colaboración y la interconexión entre diferentes actores involucrados en la cadena de suministro. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también disminuye la huella de carbono y los costos asociados.
La gestión adecuada de residuos y el fomento de prácticas de reciclaje también forman parte integral de la logística pública sostenible. Además, la logística inversa, que involucra la recuperación y el reciclaje de productos al final de su ciclo de vida, se está convirtiendo en una práctica común en la logística pública sostenible.
La sostenibilidad en la logística pública no solo tiene beneficios ambientales, sino que también genera ventajas económicas y sociales. Asimismo, al adoptar prácticas sostenibles, los organismos públicos se posicionan como líderes en la protección del medio ambiente, generando confianza y satisfacción en la ciudadanía.