¿Qué es la modernización del estado?
El proceso de reforma del estado implica una serie de modificaciones en aspectos presupuestarios, distribución de tareas, nuevas formas de trabajo, nuevas estructuras organizacionales, etc. con la finalidad de obtener resultados eficaces y eficientes en la gestión pública, satisfaciendo las necesidades de la población.
Esta tarea constituye un verdadero desafío que trasciende el color político de turno, persiguiendo como único fin el bienestar de toda la comunidad. Asimismo, implica la capacitación de los recursos humanos y el logro de la cohesión de objetivos organizacionales e individuales, brindando transparencia en la gestión y combatiendo la corrupción.
El estado peruano inició el proceso de modernización en marzo de 2007 estableciendo como ente rector, a cargo de coordinar la tarea, a la Secretaría de Gestión Pública de la Presidencia del Consejo de Ministros. En 2002, se dictó la Ley que serviría de marco del proceso, aunque las acciones concretas se materializaron con posterioridad, en forma paulatina.
El proceso de cambio es un camino complejo, que encuentra muchos escollos a su paso, en especial la resistencia de los propios dependientes. La cultural organizacional, los estilos de liderazgo y la estructura constituyen algunos de los ejemplos de las potenciales dificultades en el avance.
Por otra parte, en 2011 Perú comenzó a delinear la apertura del aparato estatal comprometiéndose a la transparencia de los actos de gobierno, permitiendo el acceso a la información, promoción del gobierno electrónico valiéndose del apoyo de las TIC, e incentivo a la participación de la ciudadanía.
Mientras que, en 2012 se lanzó la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública, involucrando a todos los actores del gobierno y de la ciudadanía. A partir de allí se sucedieron una serie de acciones tendientes a delinear los planes estratégicos, redacción de objetivos, definición de los cursos de acción, etc. en todos los niveles del estado peruano.
Según las publicaciones del Ministerio de Economía, el 62.1% de las partidas del presupuesto del año 2014 están orientadas a resultados, y el 54% de los programas presupuestarios representan indicadores de gestión (Pasco, J.C., 2015, p. 248).
Desafíos para la modernización y reforma del estado
El proceso de modernización y reforma del estado implica cambios trascendentales en toda la estructura y organización del aparato estatal. Involucrar a todos los actores constituye un verdadero desafío. La capacitación del personal y la adecuada publicidad de la estrategia y los objetivos estratégicos resultan trascendentales para lograr el compromiso de todos los miembros.
En este sentido, se plantean una serie de desafíos que el estado peruano enfrenta en el proceso de modernización iniciado en 2007, en forma paulatina. Algunos de ellos son:
1. Definición de los objetivos:
Una vez clara la visión y definida la misión, corresponde establecer cuáles serán los objetivos estratégicos. Deberán ser claros, precisos, comprensibles, verificables, factibles de alcanzar y conocidos por todos los miembros de la organización. La cohesión con los objetivos individuales es trascendental para el éxito de la implementación de los cambios.
2. Resultados orientados al ciudadano:
El diseño de las nuevas políticas de estado, el diseño de los procesos y las metodologías de trabajo deben estar orientadas al resultado. En este sentido, se deben considerar no sólo los valores de utilidad en términos económicos sino también considerar la generación de externalidades positivas, es decir, un Balance Social positivo. El fin último de todos los esfuerzos del aparato estatal es lograr la satisfacción y el bienestar de todos los ciudadanos.
3. Descentralización:
Para lograr la mayor sinergia es necesaria la división del trabajo en términos estratégicos. La separación de funciones permite que los talentos exhiban sus destrezas en las tareas para las que están verdaderamente capacitados. La unión de todos los esfuerzos individuales se traduce en un mejor resultado del sistema en su conjunto. Por otra parte, permite llegar a un mayor número de usuarios si la distribución geográfica de las oficinas del estado se realiza en forma armónica y coordinada.
4. Simplicidad administrativa:
Eliminar tareas repetitivas, reducir el número de operaciones para lograr un resultado, diseñar procesos ágiles basados en las TIC, permiten eliminar la burocratización innecesaria, eficientizando los procesos y permitiendo maximizar los beneficios en términos económicos y sociales.
5. Profesionalización:
El personal del estado debe estar adecuadamente capacitado para el ejercicio de la función pública. No sólo los que han sido electos en los comicios, sino en todas las dependencias, desde los sectores operativos hasta los cargos directivos deben ser ocupados por personas capacitadas en gestión pública.
6. Mejora continua:
El uso de indicadores de desempeño contribuye a conocer cuál es el estado de situación, determinar las causas de los problemas y tomar los cursos de acción que resulten necesarios. La celeridad en la instrumentación del cambio es crucial para la adecuada adaptación al entorno.
7. Gobierno electrónico:
El uso estratégico de las herramientas TIC permiten reducir y acelerar los procesos, la transmisión de la información, el procesamiento de los datos, aumentar el alcance de los servicios prestados por el estado a toda la población, independientemente de la ubicación geográfica. La realización de las gestiones online, reduce los costos operativos y reduce los tiempos de entrega.
8. Incrementar la capacidad de servicio:
Las reformas del estado involucran la incorporación del uso de mayor tecnología en la ejecución de los procesos, la reducción de los pasos y tiempos de ejecución. El diseño estratégico de la descentralización del aparato estatal coadyuva a llegar a mayor cantidad de ciudadanos.
9. Articulación integral:
Las políticas de estado, los objetivos, planes y programas deben formar parte de un plan estratégico integral de todo el aparato estatal. De esta manera se trabaja en forma armónica en pro del logro de un objetivo común, que es la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos.
10. Transparencia y eficiencia:
La rendición de cuentas y la publicidad de los actos de gobierno contribuyen al control por parte de los ciudadanos. Tener en cuenta el feedback de los usuarios es una estrategia que ayuda a la eficacia en el cumplimiento de la función pública.