¿Qué es la toma de decisiones?
La toma de decisiones es un proceso que implica una serie de pasos que van desde identificar el problema, el planteo de diversas opciones y finalmente elegir una alternativa.
Todas estas etapas involucran investigación y análisis de escenarios, pros y contras de uno y otro camino, como así también, la capacidad de establecer cuál de ellos se adapta o resuelve mejor la hipótesis planteada. La toma de decisiones efectivas es aquella que permite arribar a la solución correcta de un problema o planteo.
En administración de empresas es una cualidad de singular importancia para los gerentes de los mandos medios y superiores. Esto es así debido a que continuamente se enfrentan al entorno cambiante. La toma de decisiones efectivas será la que contribuya al éxito organizacional. Lo que es lo mismo, coadyuva al crecimiento de la organización y la maximización de la rentabilidad.
En este orden de ideas es necesario destacar el rol del líder que conduce el proceso de cambio. Es digno destacar su función de mantener la cohesión y el compromiso del grupo en el logro de las metas. Para ello, su acción motivadora es crucial. Campbell (2003) sostiene la importancia de las cualidades que debe reunir este sujeto: visión integral, empowerment, capacidad de descentralizar, entre otros.
16 Factores clave en la toma de decisiones efectivas
El proceso de toma de decisiones supone el diseño de una estrategia para lograr una serie de objetivos. En ese camino se deben sortear diversos desafíos de intrínsecos, extrínsecos y organizacionales entre los que se pueden citar:
1.- Inherentes a la persona:
- Intrínsecos:
- Habilidades de pragmatismo propias del decisor.
- Gustos en la elección de su orientación profesional, actividades personales, entretenimiento, etc.
- Capacidad de desempeño.
- Cuestiones psicosociales que identifican al decisor como persona única e irrepetible.
1.2. Extrínsecos:
1.2.1 Entorno social, cultural, familiar.
1.2.2 Cuestiones económicas.
- Comunicación
2.- Organizacionales:
2.1 Intrínsecos:
2.1.1. Clímax organizacional.
2.1.2. Capacidades de los miembros de la empresa.
2.1.3. Generación de la situación de conflicto para incentivar el cambio.
2.1.4. Experiencias
2.1.5. Cultura del decisor.
2.2 Extrínsecos:
2.2.1. Plazos para decidir.
2.2.2. Resistencias al cambio.
2.2.3. Equilibrio de las variables del entorno.
2.2.4. Factores de riesgo.
¿Cómo mejorar la toma de decisiones? Guía práctica.
El proceso de toma de decisiones gerenciales tiene consecuencias en la rentabilidad organizacional. Ésta se entiende tanto en su fase económica, como así también desde la perspectiva del balance social.
En este sentido, la importancia de la toma de decisiones es crucial para el éxito o fracaso de la empresa. Algunos elementos que ayudan en este proceso son:
- Tener clara la visión, definida la misión y los objetivos estratégicos.
- Concentración en lo que es realmente importante.
- Determinar con la mayor exactitud posible cuáles son los resultados esperados en el corto, mediano y largo plazo.
- Considerar las emociones.
- Honestidad
- Aceptar una cuota de incertidumbre.
- Reconocer los límites
- Abrir las perspectivas.
- Considerar los consejos de la intuición.
- Utilizar las bondades de los sistemas de toma de decisiones.
- Reunir indicadores relevantes, pertinentes, oportunos que permitan tener una visión de toda la organización.
- Controlar los resultados obtenidos.
- Considerar la pluralidad de ideas.
- Tomar las medidas correctivas que sean necesarias.
Las razones de considerar algunas herramientas para la mejora en el proceso de toma de decisiones no son otras que la prueba empírica existente. La evidencia demuestra una reducción del 50% en el margen de error y las posibilidades de fracasar. Con el tiempo se han incrementado exponencialmente el número de organizaciones que aplican sistemas en pro de la mejora continua. En este sentido, es primordial el desarrollo de los indicadores suficientes y adecuados.
Finalmente, es importante destacar el uso de instrumentos y metodologías propuestos por el Proyect Management Institute (PMI). Lejos de ser una receta mágica es una herramienta que ayuda a la toma de decisiones efectiva. Según datos estadísticos, la gestión por proyectos tiene una eficacia del 80%, en comparación con organizaciones que no utilizan un sistema concreto para la gestión de los negocios.
El método PMI supone trabajar con la integración de procesos que implican la planificación, ejecución, seguimiento, control y retroalimentación. Éstos son desarrollados en áreas que involucran a toda la organización. Por ejemplo, recursos humanos, calidad, tiempo, costos, riesgos, comunicaciones, integración, adquisiciones, etc. Se caracteriza por su flexibilidad, facilidad de aplicación y versatilidad, además de permitir un programa de certificaciones con reconocimiento mundial. En este aspecto, abre un amplio abanico de posibilidades según las necesidades y capacidades de cada organización.