¿Qué es la gestión estratégica?
La gestión estratégica es la acción de administrar los recursos, diseñar, medir y controlar el cumplimiento de los objetivos estratégicos en pro del alcanzar la misión y la visión organizacional. Esta función se encuentra a cargo del gerente estratégico.
Por otra parte, se puede afirmar que se trata de un proceso mediante el cual se realiza una evaluación sistematizada de la organización, y de sus unidades de negocio, con la finalidad de establecer los objetivos de largo plazo, las metas y programas.
El punto de partida es establecer el diagnóstico de la situación actual de la organización, para luego establecer los cursos de acción que conducirán al logro de los objetivos estratégicos.
Las etapas para llevar a cabo la gestión estratégica son:
1- Estudio del ambiente:
El análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades, amenazas), es esencial para establecer el punto de partida. El conocimiento acabado de los desafíos que inciden en la organización son determinantes de los cursos de acción, la definición de las prioridades en la resolución de las situaciones problemáticas, la necesidad de recursos adicionales, las características de los flujos de información, etc.
2- Diseño de la estrategia:
A partir de la claridad en la visión y en la misión del negocio, se debe proceder a definir la estrategia a seguir. Para ello es necesario precisar con claridad los objetivos estratégicos, planes, programas y demás cursos de acción para cada uno de los sectores organizacionales. La separación de funciones, los tiempos de ejecución, los indicadores, los instrumentos de medición, los valores estándares, etc. son algunas de las definiciones de esta etapa.
3- Implementación:
En esta fase se llevan a cabo los cursos de acción establecidos en la etapa anterior. La ejecución de los presupuestos y la realización de las tareas programadas corresponden a este momento. La organización en todas sus áreas materializa la programación en la realidad diaria.
4- Evaluación y control:
En este momento se efectúan las mediciones necesarias a fin de realizar la compulsa de los resultados obtenidos con los estándares establecidos en la programación. Una vez determinados los desvíos se deben definir los cursos de acción a seguir para implementar las medidas correctivas necesarias. En esta etapa resulta de relevancia el estilo de liderazgo de los gerentes, la
motivación del equipo de trabajo, la estructura formal e informal, la cultura organizacional, factores externos, etc. Todos ellos resultan determinantes del éxito en la implementación del cambio para lograr la adaptación a los nuevos desafíos que impone el entorno cambiante.
Ventajas de la gestión estratégica
La gestión estratégica del negocio trae aparejadas una serie de beneficios que se resumen en las siguientes ventajas:
1- Conocimiento de la realidad:
Las continuas necesidades de adaptación al cambio requieren de un adecuado conocimiento del medio circundante, la capacidad instalada y ociosa de la empresa, los recursos al alcance, las alternativas de financiamiento, la legislación del país, la política económica interna y externa, son algunas de las cuestiones que todo gerente estratégico debe conocer a fin de conducir a la organización al logro de su misión.
2- Establecer los cambios:
Una vez que se conoce cuál es la posición de todas y cada una de las áreas de la empresa, como así también la organización frente a sus competidores y el medio circundante, el decisor se encuentra en condiciones de evaluar cuáles son las alternativas de cursos de acción que se presentan e implementar el cambio. En esta etapa incidirá la cultura organizacional, la motivación del personal, la estructura formal e informal, el estilo de liderazgo, etc.
3- Aplicación de metodologías:
Para lograr el éxito en la gestión estratégica se requiere necesariamente de procedimientos metodológico ordenados y sistematizados. La ventaja de disponer un orden de trabajo permite asegurar el control de las situaciones garantizando el logro de los objetivos mediante el uso eficiente de los recursos escasos.
4- Pensamiento futuro:
La función de la gerencia estratégica precisamente está orientada al futuro, es decir, las acciones presentes se plantean para el logro del éxito en el corto, mediano y largo plazo. Es por ello que entre sus funciones se encuentran la definición de los objetivos estratégicos (largo plazo), los planes (mediano plazo) y programas (corto plazo).
5- Evaluación:
La medición periódica de los resultados obtenidos permite determinar en forma precoz los desvíos y tomar las medidas correctivas en forma inmediata. En este sentido, constituya una ventaja comparativa y
competitiva ya que la organización logra una mayor velocidad de adaptación con respecto a sus competidores. En la gerencia estratégica se definen cuáles serán los métodos de evaluación, los instrumentos de medición, el momento en el que se llevará a cabo el control y los cursos de acción a seguir ante la detección de desvíos.
6- Mejora:
A partir de la revisión periódica de los indicadores, como así también de las reuniones de trabajo se logra ampliar la visión de la situación y tener a disposición una amplia gama de estrategias para la resolución de casos. Todo ello contribuye a la mejora continua.