Gestión de la calidad en entidades educativas

Principios de gestión de la calidad en la educación

La gestión de calidad en la educación implica orientar el funcionamiento de los centros hacia sus alumnos y padres, con el objeto de satisfacer sus necesidades y expectativas. Algunas de sus premisas y funciones son la planificación, organización, gestión y control.

El concepto de calidad en educación ha ido mutando conforme con el devenir histórico. En un principio, se consideraba oportuno medir la mayor cantidad de alumnos posibles en la matrícula minimizando la deserción. Luego, se consideraba una educación de calidad si los contenidos científicos y técnicos reunían ciertos estándares. Finalmente, se considera una visión amplia en la que se reúnen todos los actores sociales y las cuestiones científicas y técnicas.

«Se define a la calidad educativa no sólo como la existencia de un conjunto de elementos científicos y tecnológicos, estrictamente vinculados con ella, sino que también se la asocia a un sistema de valores, la cultura, el modelo de convivencia social adoptado por la comunidad en la que se encuentra inserta la escuela.«

Sin embargo, aún en el siglo XXI subsisten las diferencias en materia de calidad educativa. Según lo plantea el UNICEF, han transcurrido más de 20 años y el organismo aún concluye que es lo mismo tener acceso a una educación de mala calidad, que no tenerla. La calidad educativa tiene relevancia en el aprendizaje genuino y en el desarrollo humano; y, depende de los factores internos y externos a la escuela. Resulta imposible alcanzar estándares de equidad educativa si existe algún sesgo de discriminación de género o de cualquier naturaleza.

En este sentido, el organismo define cinco dimensiones para lograr la buena calidad educativa:

1.- Cuestiones incorporadas por los estudiantes.

2.- El entorno de aprendizaje.

3.- Contenido educativo.

4.- Proceso de enseñanza aprendizaje.

5.- Resultados obtenidos.

Por otra parte, los principios de la calidad en educación se encuentran contenidos en las normas ISO9001 e ISO 9004. Entre ellos se pueden mencionar:

  • Orientación al cliente: Se refiere a la capacidad de las organizaciones para identificar los gustos y preferencias de sus clientes, adaptando de este modo sus productos a ellas. Inclusive, ser capaces de percibir no sólo las actuales sino también las futuras.
  • Liderazgo: Deben tener la capacidad de transmitir los objetivos a la totalidad de la organización. Es muy importante que los altos mandos sean capaces de identificar los líderes organizacionales y conducirlos en pro del logro de los objetivos estratégicos.
  • Participación de todos: A fin de alcanzar el éxito en la gestión de la calidad resulta necesario lograr la más alta cohesión de los objetivos individuales y los organizacionales. Deben participar todos en el logro de las metas.
  • Estrategias y procedimientos: Todas las acciones y procesos deben diseñarse y orientarse al logro de los más altos estándares de calidad. Toda la organización en su conjunto debe gestionarse en pro de la estrategia común.
  • Enfoque de sistema de gestión: Se debe entender que la satisfacción del cliente incluye al interno y al externo, maximizando la cadena de valor en todos sus eslabones.
  • Mejora continua: Implica el uso de los mecanismos de control necesarios a fin de poder identificar los desvíos ex – ante, para tomar las medidas correctivas correspondientes. El fin último será maximizar la satisfacción del cliente interno y externo.
  • Enfoque basado en la toma de decisiones: Se deben diseñar los indicadores que permitan encender las alertas correspondientes. La información producida debe ser necesaria, suficiente, oportuna, pertinente, confiable e imparcial. De este modo, será útil para la toma de decisiones en el momento adecuado.
  • Relaciones mutuamente beneficiosas: Se trata de maximizar la rentabilidad en toda la cadena de valor. En este sentido, no sólo se refiere a los términos económicos sino también a las externalidades positivas.
  • Crear valor agregado en el estudiante: Maximizar su satisfacción.
  • Orientación al balance social positivo: No sólo se debe bregar por los resultados económicos sino también humanos.
  • Capacidad de adaptación al entorno: Posibilidad de introducir los cambios que sean necesarios en el momento oportuno.
  • Autoevaluación: Es el feedback que retroalimenta al sistema educativo y le permite tomar las medidas correctivas, si corresponde.

En síntesis, la gestión de la calidad educativa implica el diseño de planes, programas, metas, procedimientos y acciones destinadas a maximizar la cadena de valor. La optimización no es sólo en términos de rentabilidad económica, sino en la existencia de un Balance Social positivo. En todos los casos no debe dejarse de lado a los actores del sistema, que son los estudiantes y sus familias, sino que las instituciones educativas públicas y privadas deben ser capaces de percibir sus necesidades actuales y futuras para lograr un producto que pueda insertarse en la sociedad y en el mercado laboral.