Importancia de la evaluación en la educación: funciones y ventajas

Funciones de la evaluación en educación

Los procesos de evaluación en educación son aquellos que tienen como finalidad principal realizar el seguimiento y control del proceso de enseñanza – aprendizaje. En tal sentido, son muchas las metodologías, los indicadores e instrumentos que se utilizan. La mejor selección dependerá de factores muy diversos como, por ejemplo, edad de los estudiantes, tipo de destrezas y área de conocimiento a evaluar, disponibilidad de materiales y métodos, etc.

Sus orígenes exceden el horizonte de un siglo persiguiendo como fin el estudio de la conducta en el ser humano. En este sentido, transitó tres etapas de desarrollo:

1) test: lo que se pretendía en este momento fue establecer diferencias, elementos distintivos entre los individuos.

2) proceso: el cambio paradigmático se visualizó en la visión de la evaluación como un proceso que constaba de dos momentos, uno era la medición y el otro la evaluación propiamente dicha.

3) juicio: surge el complemento de todo el proceso, donde luego de realizar la medición y evaluación se produce una etapa de análisis de los datos obtenidos para emitir una opinión respecto de ellos. Su primordial finalidad será la toma de decisiones, adoptando una perspectiva multidimensional.

En el intento de esbozar un concepto de “evaluación” ha habido varios intentos según cuál sea el autor. Todos coinciden en que se trata de un instrumento de significativa relevancia en el proceso de enseñanza – aprendizaje, ya que es sistemática, permanente y objetiva. Asimismo, trae aparejado un proceso sistematizado de recolección de datos, su procesamiento, interpretación y cotejo con los objetivos planteados.

Por su parte, la evaluación en educación favorece el fortalecimiento y consolidación del aprendizaje, como así también es una vía efectiva para alcanzar los objetivos en todo el ámbito del conocimiento. Asimismo, se pone en evidencia las necesidades que requieren de atención urgente, y establece las mediciones de saber vs. desempeño, propendiendo al logro de elevados estándares de calidad.

En este sentido, la construcción del modelo educativo tiene como participantes activos a docentes y educandos, que trasciende las fronteras de las aulas y se inserta en los niveles de la conducción de las entidades educativas. En consecuencia, la evaluación debe entenderse como una continuidad del proceso de enseñanza – aprendizaje, como elemento de cohesión generador de experiencias reflexivas y oportunidades de formación.

En este orden de ideas, la educación se tiene como un proceso de continuo que va desde el momento del ingreso a la institución hasta que egresa, registrando evidencia de ese paso en todos los actores sociales involucrados en el proceso de socialización de la persona humana. El feedback obtenido de la experiencia en el hogar y en el aula coadyuva a encontrar soluciones que conduzcan a la mejora en el proceso de enseñanza – aprendizaje.

La determinación de las fortalezas y debilidades, individuales y grupales, por parte del profesor y el alumno, permiten brindar las soluciones pedagógicas que correspondan garantizando un servicio de calidad.

Es así que se destacan como funciones de la evaluación en la educación:

– determinación de las necesidades pedagógicas de cada estudiante;

– establecer el logro de los objetivos;

– rediseño de las actividades a desarrollar en el ámbito escolar;

– incentivo del espíritu reflexivo;

– observar en el horizonte temporal la evolución de la respuesta del estudiante ante el proceso educativo;

– mejora continua;

– fomento del trabajo en equipo y coordinado entre docentes;

– revisión continua del programa de estudios;

– mejora en la relación docente y familias;

Ventajas del proceso de evaluación

La evaluación presenta un balance final del proceso de enseñanza – aprendizaje que pone en evidencia la medida del alcance de los objetivos planteados en un periodo de tiempo. Por otra parte, se constituye en una muestra de la competencia del servicio educativo que se está recibiendo, haciendo de la escuela una institución de características únicas que la distinguen de sus pares.

Toda la información recabada del proceso de evaluación se refleja en forma sistematizada, siendo de utilidad para la toma de decisiones y permite enumerar las siguientes ventajas:

– constituye el pilar de la práctica docente;

– fomenta el desarrollo de la calidad;

– mejora la toma de decisiones respecto de los educandos;

– facilita el conocimiento de la realidad de todos los actores del sistema educativo (escuela, familias, alumno);

– coloca al estudiante en el centro del proceso de enseñanza – aprendizaje;

– permite la mejora continua;

– permite la cohesión de objetivos institucionales con los estudiantes;

– se constituye en una fuente de datos importantes que retroalimentan el proceso de aprendizaje en forma continua;

– fomenta el trabajo en equipo dentro del claustro docente;

– registra la evolución en el tiempo;

– es una evidencia de los cambios.