Procesos de enseñanza: sus componentes y dimensiones

Procesos de enseñanza: sus componentes y dimensiones

¿Qué es el proceso de enseñanza?

El proceso de enseñanza – aprendizaje se define como aquel mediante el cual se produce la transmisión de conocimientos respecto de una determinada cuestión. Se caracteriza por su considerable complejidad y la incidencia de sus miembros que se vinculan entre sí con el fin de maximizar los resultados obtenidos.

En el entramado para comprender el rendimiento académico desde la perspectiva del éxito o fracaso en el ámbito escolar, se sugiere un estudio previo de cuáles son las variables que se encuentran implícitas y ejercen su influencia en forma directa o indirecta.

Cuando se pretende justificar el origen del fracaso en las escuelas la tendencia es enumerar las siguientes razones: – deficiencia en los programas de estudio;

– masificación;

– escasez de recursos;

– influencia de la familia (en raras ocasiones)

– responsabilizar siempre al docente de los problemas del estudiante.

En contraste, el docente busca estrategias motivacionales que van desde las etapas de planificación de contenidos, definición de objetivos claros, constante búsqueda de información innovadora, elogios ante el éxito y ofrecimiento de ayuda extraordinaria en el fracaso.

Componentes del proceso de enseñanza – aprendizaje

A lo largo del tiempo ha evolucionado la caracterización del proceso de enseñanza – aprendizaje. En este sentido, se pasó de la concepción en la que el eje central estaba en el docente como quien impartía el saber; hasta las visiones más modernas cuyo enfoque es más integral y centrado en el educando.

El proceso en sí mismo se constituye como un todo desde la perspectiva sistémica, donde todos los componentes trabajan en forma armónica produciendo un efecto sinérgico. Entre tales integrantes del sistema se pueden enumerar:

1.- objetivos: son los que definen a todos los restantes componentes sirviendo de guía.

2.- contenidos: se establecen en función del destinatario, las necesidades del entorno y van de la mano de los objetivos preestablecidos.

3.- formas de organización: su diseño dependerá del objetivo planteado y los destinatarios del servicio.

4.- métodos: se establecen en base al estudiante, los contenidos, objetivos planteados, disponibilidad de recursos, etc.

5.- medios: son los instrumentos necesarios para llevar a cabo la tarea propuesta.

6.- evaluación: instancia de recolección de datos para el control del logro del objetivo planteado y la posterior toma de decisiones.

El logro del éxito en la implementación y ejecución del proyecto educativo está sujeto a una serie de variables que inciden en el comportamiento de los actores involucrados. En este sentido, habrá quienes se encuentran totalmente alineados a los objetivos planteados y aceptan en forma incondicional todo planteo que se hace desde la conducción. Mientras que otros, sólo se identifican con aspectos inherentes a las posibilidades de ascenso en los estratos sociales, pero no comparten la escala de valores ni la cultura organizacional, por lo que se limitan al mero logro de los resultados necesarios para avanzar. Por otro lado, se encuentran aquellos que nada los incentiva ya que pueden alcanzar los mismos objetivos por otro camino diferente, o bien no interpretan que la oferta educativa tenga una incidencia trascendental en el futuro.

Esta situación constituye un verdadero desafío para los docentes que continua e incansablemente trabajan para que los estudiantes se sientan motivados y participen de manera activa. Esta tarea trasciende a las aulas ya que el principal objetivo es crear el hábito de estudio y el interés por el crecimiento académico de modo tal que cada alumno lo integre como parte de su vida y le permita discernir qué campos del conocimiento profundizar.

Dimensiones del proceso enseñanza – aprendizaje

El adecuado conocimiento del proceso de enseñanza – aprendizaje implica un estudio profundo de tres dimensiones que constituyen su eje. En este sentido, cuando se hace referencia a la educación las implicancias transcienden el mero plano intelectual para introducirse en cuestiones morales y espirituales. De este modo, la visión en integral del ser humano conlleva a maximizar la perfección permitiendo que el estudiante sea hábil en todo el potencial de sus deseos, juicios de valor, raciocinio y manifestación de su voluntad individual.

En este sentido, la educación es el conjunto de saberes, ordenamientos y metodologías que contribuyen para que el estudiante desarrolle y mejore sus potencialidades morales, intelectuales y físicas. Por lo tanto, se constituye en formadora del educando como persona humana, por lo que debe ser exigente para que pueda desarrollarse en todo su potencial.

Por otra parte, la enseñanza es la manera en la que se transmite el conocimiento en una determinada disciplina. Por consiguiente, se esboza un concepto más limitado que el de educación, dejando de lado el aspecto integral para restringirse a un saber específico. La metodología de enseñanza se sustenta en el proceso de aprendizaje y los lineamientos de la pedagogía.

Mientras que el proceso de aprendizaje constituye la acción de instrucción y el tiempo que insume esa tarea, constituyendo un verdadero proceso en sí mismo que prepara a los individuos para brindar soluciones a diferentes escenarios. Asimismo, se caracteriza por acompañar al hombre desde el momento de su nacimiento como un hecho innato y automático que se materializa como acto reflejo de respuesta a los estímulos. También, es importante el rol del aprendizaje intuitivo.